Decir que Elena Colmeiro es una precursora da escultura cerámica en España supone constatar una realidad. Elena fue una innovadora, una investigadora de nuevos lenguajes y materiales en el mundo cerámico, creando una obra muy personal, fuera de cualquier convencionalismo y estereotipo. Su ya larga trayectoria artística vivió un proceso paralelo a su evolución personal, en una búsqueda incesante de nuevas ideas y formas, “soy una persona con necesidad de propuestas. Cuando consigo una idea y diferentes soluciones para aplicarla no puedo quedar ahí, necesito hacerme nuevos planteamientos sobre mí misma porque si no terminaría en uno hacer gratuito que no dice nada”
Buscando en lo que no se ve, Elena ha trabajado impulsivamente con y en desechos de fábricas de cerámica, como Norton, de ladrillos o en fábricas de fundición de vidrio. La artista traslada su lenguaje hasta adaptarlo a un material con el que se siente cómodo y unido, en el caso de Colmeiro esa comunión se produce antes, ya que es con el propio material de desecho en forma de ladrillo húmedo deformado, elementos de carburo silicio, etc, con el que Colmeiro dialoga, lo deja reposar, en ocasiones durante años, con lo que consigue no forzar ni el material ni la capacidad de comunicación de la obra.