Pasó su infancia y adolescencia en Padrón hasta 1917 que se trasladó a Madrid para cumplir el servicio militar, donde se puso en contacto con un grupo de dibujantes gráficos, que es a lo que él se dedicó a su vuelta a Galicia.
En 1923 participó en una exposición de caricaturas. Trabajó en los periódicos: El Pueblo Gallego y El Faro de Vigo en los que se encargaba de hacer las viñetas, siempre en un tono satírico.
En 1926, a través de la Diputación de Pontevedra, se matriculó en una academia de pintura en Paris, allí se dedicó a visitar museos y a acercarse a la vanguardia abstracta.
Cuando volvió a Galicia en 1931, vivió en Vigo y Santiago, donde montó su primera exposición individual, formada por guaches, dibujos expresivos y populares.
Durante la guerra civil sufrió una parada artística de la que no se recuperó hasta 1945 cuando de nuevo retomó su inquietud creadora.